El Gobierno dice NO a las Bombas de Racimo

Mañana de infarto. Y de alegría.

El periódico El País publicaba la noticia: el Gobierno prohibirá las bombas de racimo.

Y lo hacía de una forma sutil pero clara. Como dice David de Ugarte en su blog:

Bajo la noticia del día no puedo dejar de sentir la discreta mano de Elena Valenciano (de la que ya me saben admirador), Fátima Aburto y otras personas bien conocidas de ése entorno:

Carles Campuzano, de CiU, considera que, aunque la enmienda no obliga automáticamente a suspender la producción de bombas de racimo, será políticamente insostenible comprarlas o exportarlas una vez que se reconozca, en el articulado de una ley, que son “especialmente peligrosas para las poblaciones civiles”.

Lleva toda la razón, es como la ley del aborto, una forma legal indirecta de conseguir sacar adelante la propuesta sin ofender a nadie ni desautorizar públicamente a los halcones del análisis militar. Eso se llama “una jugada de maestría política”. Además la otra enmienda que hará que se vote el envío de armas si la oposión lo pide, convertirá en impresentable cualquier exportación de este tipo de armamento. Y si no se pueden exportar ni usar ¿para que se van a fabricar?

Yo tampoco puedo dejar de notar la discreta influencia de las personas que cita David quienes, por cierto, fueron las dos únicas representantes políticas que se interesaron por la campaña. Valenciano en particular tenía ya una trayectoria en la lucha contra estas maquinas de la muerte.

Pero sobre todo quiero dar las gracias a las decenas de blogueros que han hecho llegar la campaña a cientos de miles de personas, no solo en España, sino en todo el mundo.

GRACIAS