Esta noche no salgo de marcha

Cientos de miles de personas en los países en vías de desarrollo intentan mejorar su situación encabezando pequeños negocios. Para estos emprendedores los microcréditos son fundamentales.

Kiva.org
es una pequeña empresa que permite que cualquiera que nosotros se ponga en contacto y preste dinero a pequeñas empresas del mundo en desarrollo. Como indican en su página, al escoger una de las empresitas recogidas en Kiva.org, cualquiera de nosotros puede esponsorizar una de ellas y ayudar a los trabajadores más pobres del mundo a conseguir las herramientas necesarias que los lleven a alcanzar la autonomía económica. Mientras dura el préstamo (entre 6 y 12 meses), quien presta puede recibir correos electrónicos informándole sobre los avances del negocio. Todos los prestamos son devueltos.

Kiva recoge peticiones de toda clase desde todos los rincones del mundo. Valga como ejemplo el caso de Honorata:

Honorata es una mujer valerosa que cada día se esfuerza por dar lo mejor de sí a sus 3 hijos y esta es la razón por la cual ha decidido hace un año y medio dedicarse a la venta de comidas de manera ambulatoria. Comenzó llevando la comida en tapers al paradero de buses y ahora vende llevando la comida preparada desde su casa en un triciclo, la razón más fuerte que la condujo a realizar esta labor fue el de llevar a su familia el sustento necesario para vivir; su esposo tiene trabajos eventuales y está delicado de salud, las continuas dolencias no le permiten un ingreso seguro y suficiente para poder cubrir varios gastos que se generan en el interior de su hogar. El rubro al que se dedica Honorata gracias a la buena sazón y trabajo diligente le ha permitido poder educar a sus hijos que estudian en el colegio y la universidad pero anhela algún día poder tener una casa propia ya que por ahora habita la morada de un familiar. Es por ello que está decidida a seguir trabajando con diligencia y quiere acrecentar su negocio y para llevar a cabo su propósito solicita un préstamo de 375 dólares que invertirá sabiamente en la compra de víveres al por mayor para poder elaborar las comidas diarias que comercializa. Con tu ayuda podemos hacer que Honorata siga trabajando para ver a sus hijos con un futuro mejor.

Yo he decidido prestarle a Honorata el dinero que necesita y que pensaba gastarme esta noche. Así que si alguno de mis amigos estáis leyendo esto, ya lo sabéis: esta noche no salgo de marcha.