Sra. Chacón, están en juego nuestras vidas

Hoy los españoles desayunamos con una noticia algo indigesta.

El Ministerio de Defensa ha restringido el acceso de la mayor parte del personal militar y civil del Departamento a páginas web deportivas y de ocio para impedir la saturación de la red registrada en algunas ocasiones en horario de trabajo, prohibición que se ha extendido también a los Cuarteles Generales de los Ejércitos de Tierra, Aire y Armada.

Las fuentes consultadas aseguraron que también se ha denegado el acceso a otras páginas relacionadas con actividades de extralaborales como portales en los que se ‘cuelgan’ anuncios de compra-venta de diferentes productos. La prohibición se extiende además a diversos foros y a las páginas personales o ‘blogs’.

Precisamente, estos portales ‘personales’ y los foros son cada más utilizados por militares y civiles expertos en temática castrense para intercambiar conocimientos, análisis y opiniones sobre temas de defensa nacional e internacional.

La noticia no tendría más relevancia si esa censura afectara tan solo a diarios deportivos y tuviera lugar en una gran empresa que no comprende los beneficios que la red le puede reportar. Podría incluso resultarme divertida porque este mismo blog podría ser uno de los censurados pues hasta hoy recibía visitas desde el Ministerio de Defensa. Pero no es divertida. Es un asunto muy grave.

No voy a entrar a discutir el argumento que el Ministerio de Defensa ha dado para proceder a ese recorte: si la red se satura, pongan más líneas.

Lo que me parece grave es que precisamente el Ministerio de Defensa, los civiles y militares que lo integran y los Cuarteles Generales de los Ejércitos españoles, se vean privado del acceso a blogs y foros que hablen sobre temas de Seguridad y Defensa. ¿Es que no hemos aprendido nada tras el 11M?

Los grupos terroristas transnacionales llevan ya muchos años organizados en forma de redes. Tanto que ya no se les llama grupos sino redes terroristas. Redes distribuidas conectadas a través de internet, que utilizan esa red como vía para organizarse, como vía para preparar atentados y para reinvidicarlos.

En el libro 11M: Redes para ganar una guerra, aparece una cita a Arquilla y Ronsfeld de lo más ilustrativa:

la revolución informacional está cambiando la forma en la que la gente lucha a lo largo de todo el espectro del conflicto. Lo está haciendo fundamentalmente mediante la mejora de la potencia y capacidad de acción de pequeñas unidades, y favoreciendo la emergencia de formas reticulares de organización, doctrina y estrategía que hacen la vida cada vez más difícil a las grandes y jerárquicas formas tradicionales de organización […]. Hoy la forma emergente de organización se la red.

Mientras quienes quieren matarnos utilizan plenamente esta forma de organización, quienes tienen que defendernos de ellos, nuestros militares, ven su acceso restringido a sus propias redes. Unas redes que son las que podrían evitar más de un atentando. Una información en un foro, otra información en un blog, un cruce de informaciones publicas en internet podrían sacar a relucir una información que pretende mantenerse oculta.

El interrumpir ese flujo de información sería grave en cualquier caso pero se torna inaceptable cuando lo que está en juego son nuestras propias vidas.

Más información en otros blogs:

Guerra y Paz: Sin internet en el cuartel
El periodista M. Atitar de la Fuente analiza como esta noticia está siendo utilizada como arma arrojadiza contra la Ministra Chacón, ya que podría tratarse de una decisión operativa. En mi opinión, la dirección política corresponde a la Ministra y ésta debe velar por la defensa de una visión menos estrecha de la realidad.

Islas Cíes: Defensa restringe el acceso a internet
Eifonso Lagares se cuestiona la explicación dada para tal restricción. Si ese es el caso parece que nuestro Ministerio de Defensa es muy vulnerable.

Cultura de Defensa: Esclavo de tus palabras y dueño de tus silencios
El autor de este blog aprovecha la noticia para comentar como se ha tratado la cuestión en EEUU y en especial en el libro «The Blog of War».